mi pequeño amigo, te arruyo para que descanses
pero afuera, un rostro se asoma a la ventana
de un deseo furioso
tocaré nuestra melodía y relajaré tu mente
mi pequeño amigo, te arruyo para que descanses
pero afuera, un rostro se asoma a la ventana
cuando las crueles tormentas se enfurezcan
y la ventizca nos cubra
cogeré cinco velas
las encenderé y alejare de ti las sombras del invierno...
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