martes, 21 de enero de 2014

Alguien se acerca

"EL ECO DE LOS DISPAROS,TAMBIÉN PUEDE ABRIR UNA HERIDA" Los trayectos del bus se me hacían cortos, el tiempo de ocio escaso, el café se enfriaba esperando a que posase el libro para liberar una mano , y todo, por  una novela. En mi mente desde las primeras lineas. Podría haberla leído en una sola tarde de domingo, pero en cierto modo, no quería que terminase. La culpable, Alguien se acerca, y el creador, Benjamín Prado. 


Editorial: Alfaguara
Año publicación: 1998



Su amnesia se disipa poco a poco. Ha decidido llamarse Andrés Hurtado, como el personaje borjiano del que se impregna a partir de un viaje en autobús a La Coruña. Atrás quedan Madrid, Unai ,su verdadero nombre, y un tan cómodo como tedioso trabajo en un banco. Su viaje se interrumpirá en un solitario hotel de carretera, donde es aceptado como mozo. Mientras construye su identidad, se enamora de Sara, la bella y joven esposa de su jefe.




 


  Por sus aforismos, le conoceréis.

  • A veces la única forma de recuperar la estabilidad es perder el equilibrio.
  •  No busques respuestas donde las respuestas no merecen ser encontradas.
  •  Opinar es un acto de indisciplina.
  • Media verdad ya es toda la mentira
  • La crisis repta, no vuela; muerde a ras de suelo y nunca en los despachos más altos.
  • Mala cosa cuando la gente de abajo en lugar de tratar de salir a la superficie se conforma con tener limpio el fondo del pozo.





Dice Pessoa que vivir es ser otro. No creo que Unai, sea el único que se replantea quien es, a dónde va, por qué, y si merece la pena luchar por lo que tiene. Ha llevado a la práctica " real" el ser otra persona. Cuándo surge Andrés Hurtado, se parte en dos el ser humano que es . Mi sensación, curiosamente , es que  el hombre inventado está más vivo que el real, posiblemente porque la rutina ha matado a Unai. El personaje consigue mantener al lector pendiente de él en cada paso que da. Refleja perfectamente la angustia de no querer ser él mismo. Los lugares y situaciones aparecen a lo largo de la historia descritos del mismo modo. Enumeraciones de lo que forma el entorno, repetitivas a veces, como si cada una se fuese clavando en la memoria, atrapando, a quienes leen ,en la circunstancia, y creando un ambiente que roza la obsesión y la paranoia. Lo que fue, lo que no fue, lo real, lo irreal, lo que encierran los pequeños detalles.
Unai cree que puede huir de sí mismo pero el pasado no se esfuma, y aparece con reminiscencias de otros tiempos, para recordarte que eres lo que has vivido, y eso, no se puede cambiar.Creo que todos somos varias personas a lo largo del día, de los años, de la vida... Cambiar de vida no es malo, es darse otra oportunidad, a no ser que te conviertas en asesino, claro. Lo que uno ha de tener presente es que vayas a dónde vayas , hay una esencia que viaja contigo, y nunca te deja estar sólo, es lo que eres.  Me ha gustado muchísimo la novela porque conduce a la reflexión, a acercarse a las dudas o miedos que muchos tenemos.   Unai vino hasta La Coruña finalmente, repartido en 209 paginas, pero no lo ha hecho solo, alguien se acerca, y trae una pluma cargada. Seguiré leyendo a Benjamin, y le dedicaré un espacio en este humilde blog, entre otras cosas, porque, lo que no sabemos de nosotros, nos lo dice el poeta, y este, es un gran poeta.
Me despido, con música, que es siempre mejor. Unai encajaría en esta canción....Ya sólo me queda  la vacía pena del viajero que regresa....

  







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