miércoles, 18 de mayo de 2011

Un café con leche, por favor

La mañana comenzó con un dejarse ir...autohipnotizandose con los remolinos que creaba en su taza de café...con ese movimiento circular que se volvía relajante.

Parece que una vez más la incertidumbre se le presenta sin avisar. A ella no le gustan estas visitas inesperadas.

Con el transcurrir de los momentos del día se vio inmersa en un momento familiar...
Otra vez las mismas escaleras, la misma postura, la misma compañía...como aquel día...pero el motivo no era ya el mismo.
Sentada pensaba en nada, en toda esa nada que le rodea y que es todo. Pensaba en el cambio que vive el mundo y en como es ella participe.
En su lugar...en su porque.
Si creyese en Dios, en ese Dios externo, tal vez sería todo más sencillo, dejaría su ”plan” en manos del omnipresente. Pero no es así, ella sabe que es la única poseedora de su plan, pero se angustia al no saber interpretar los trazos que lo forman.
Todas sus acciones son validas, nacen de ella.
Todas sus acciones son cuestionables,nacen de ella.
Llega otra visita, no se ve, pero esta acompañando. Le hace entender, que la utilidad no se mide por el reconocimiento que le dan a uno, sino en lo que uno proyecta y como lo hace.
No trates de ser líder, ni victima, ni un simple peón, SE, y serás la consecuencia de ti misma.
Se levantó alejándose del frió mármol, siguió con sus cosas cotidianas, con las pequeñas, las que le gustaban, las que la entretenían.
Se olvidó de la iluminación para presumir de iluminado, y se centró en la iluminación para ver el camino con más nitidez.
Creyéndolo o no, al menos, ya no sufrió por ello. Durante 10 minutos el tiempo se paró para ella, pero al salir comprobó, que todo seguia su curso. Ahora disimula, si te preguntan qué piensas, como siempre dí, nada. Nunca piensas en nada. ;)

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